Los carruajes son la mejor forma en que los filipinos se trasladan de un lugar a otro. Los filipinos los llaman Kalesa y es uno de los medios más económicos y antiguos para recorrer las zonas históricas del país. Era el Rolls Royce del siglo XVIII. Entonces, sólo los nobles podían viajar en ellos. Ahora son los preferidos de los trabajadores y estudiantes.

“Nuestras ganancias son algo pobres, pero es un medio de trasporte muy necesario incluso para los habitantes de la zona centro del Estado”, expresó Roberto de la Cruz, trabajador.

Hace más de 30 años, estos carruajes eran muy utilizados en las calles y había en promedio más de 2 mil 500 de ellos en las calles de Manila. En nuestros días, existen menos de 300 carruajes y es difícil encontrar pasajeros que los elijan.

“Es difícil en nuestros tiempos poder tener buena cosecha al día. Si uno tiene suerte le puede alcanzar para comer, alimentar al caballo y el mantenimiento del carruaje, sino es muy difícil uno mismo poder tener para comer. Ahora, los nuevos triciclos están entrando a escena”, manifestó Ricardo Legaspi, trabajador.

La belleza y estilo de los carruajes no se han deteriorado a pesar del paso de los años y son pequeños fragmentos de historia en las calles de este país asiático.