lunes, 30 de agosto de 2010
Los enfrentamientos entre separatistas desplazan a miles de filipinos
Miles de personas han abandonado una ciudad de la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas, después de que estallase la violencia entre dos grupos separatistas de la región y que el Ejército interviniese para calmar el enfrentamiento, según informaron este martes rebeldes y responsables militares.
El Ejército filipino disparó proyectiles de artillería y misiles para terminar con el enfrentamiento entre dos grupos de rebeldes que luchan por el control del delta de un río en la ciudad de Datu Piang. La actuación de las Fuerzas Armadas filipinas provocó una represalia de la principal guerrilla musulmana del país, el Frente Moro de Liberación Islámica (MILF), que acusa al Ejército de romper el alto el fuego que se mantenía desde hace un año en la isla de Mindanao.
"Hemos presentado una protesta", dijo a los periodistas el jefe negociador de los rebeldes, Mohagher Iqbal, desde la principal base de los guerrilleros. "Esto es una violación de nuestro alto al fuego. Incluso si nuestros hombres estaban luchando entre sí, la implicación del Ejército no está justificada", añadió. Iqbal señaló que el Ejército debería haber permitido antes al MILF resolver el conflicto.
El Ejército afirmó que más de 5.000 personas han abandonado sus casas y sus granjas desde que el sábado se produjo primer enfrentamiento violento entre los grupos rebeldes. El mayor general Anthony Alcántara, el comandante del Ejército de la región central de Mindanao, negó las especulaciones de que la intención de las Fuerzas Armadas era provocar nuevas hostilidades con los rebeldes.
"No actuamos contra ellos. Nosotros sólo vigilamos los acontecimientos y ayudamos a las personas desplazadas", señaló Alcantara, que añadió que el Ejército no ha violado los términos de la tregua.
Filipinas ha estado luchando desde finales de la década de 1960 contra una insurgencia doble, por un lado los comunistas maoístas y por otro los musulmanes separatistas. El riesgo para la seguridad interna ha retrasado el desarrollo de ciertas regiones del país, en particular en Mindanao, una zona importante en recursos naturales.
El Ejército filipino disparó proyectiles de artillería y misiles para terminar con el enfrentamiento entre dos grupos de rebeldes que luchan por el control del delta de un río en la ciudad de Datu Piang. La actuación de las Fuerzas Armadas filipinas provocó una represalia de la principal guerrilla musulmana del país, el Frente Moro de Liberación Islámica (MILF), que acusa al Ejército de romper el alto el fuego que se mantenía desde hace un año en la isla de Mindanao.
"Hemos presentado una protesta", dijo a los periodistas el jefe negociador de los rebeldes, Mohagher Iqbal, desde la principal base de los guerrilleros. "Esto es una violación de nuestro alto al fuego. Incluso si nuestros hombres estaban luchando entre sí, la implicación del Ejército no está justificada", añadió. Iqbal señaló que el Ejército debería haber permitido antes al MILF resolver el conflicto.
El Ejército afirmó que más de 5.000 personas han abandonado sus casas y sus granjas desde que el sábado se produjo primer enfrentamiento violento entre los grupos rebeldes. El mayor general Anthony Alcántara, el comandante del Ejército de la región central de Mindanao, negó las especulaciones de que la intención de las Fuerzas Armadas era provocar nuevas hostilidades con los rebeldes.
"No actuamos contra ellos. Nosotros sólo vigilamos los acontecimientos y ayudamos a las personas desplazadas", señaló Alcantara, que añadió que el Ejército no ha violado los términos de la tregua.
Filipinas ha estado luchando desde finales de la década de 1960 contra una insurgencia doble, por un lado los comunistas maoístas y por otro los musulmanes separatistas. El riesgo para la seguridad interna ha retrasado el desarrollo de ciertas regiones del país, en particular en Mindanao, una zona importante en recursos naturales.
Etiquetas: noticas de actualidad