Los casos son pocos -apenas el 1% del total- pero los niños y adolescentes que tienen la desgracia de vivir este drama suman un segundo abandono a la tragedia del primero. Son las adopciones fallidas, la historia de un fracaso y el resultado de una acumulación de riesgos
En 2005 -no existen datos oficiales posteriores- se registraron en España unas 6.000 adopciones, de las cuales, según la Secretaría de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, el 90% fueron internacionales, desde países como China, Rusia, Colombia, Etiopía o Ucrania.
De ese total, organizaciones y estudiosos de la adopción coinciden en situar el porcentaje de fracasos en torno al 1 por ciento, pero no descartan que pueda ser mayor por los casos ocultos de niños y niñas rechazados por sus familias adoptivas y que son enviados a internados o instituciones similares.
Jesús Palacios, catedrático de Psicología Evolutiva en la Universidad de Sevilla y estudioso del problema, cree que, como ha ocurrido en otros países, el porcentaje aumentará en los próximos años. 'Sería lo lógico', dice, porque se tiende a que haya más adopciones internacionales. Y sitúa el aumento entre el 3 y el 5 por ciento.
En los últimos años, destaca el catedrático, ha habido unas 30.000, lo que supone, tras aplicar ese 1%, unas trescientas fallidas. 'Una cifra nada despreciable', apostilla.
'Hemos llegado tarde y corriendo a la adopción internacional -añade Palacios-, convirtiéndonos en uno de los primeros países del mundo en número. Lo lógico es que aquí ocurra lo mismo que fuera, y que las fallidas aumenten'.
Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Servicios Sociales, no cree que sea así, 'porque -dice- se están tomando medidas para atajarlo'. 'Estamos a tiempo de resolver y prevenir posibles problemas de futuro', agrega.
La impresión de Francisco J. Rua, coordinador general de CORA (Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento), es que el índice 'debería ir disminuyendo paulatinamente con el tiempo', ya que la formación e información a las familias se ha potenciado en las comunidades autónomas, competentes en materia de adopción. 'En algunas -insiste- ya existen sistemas de apoyo post-adoptivo, que suponemos se irán generalizando'.
NUEVA LEY DE ADOPCION INTERNACIONAL
El Gobierno trabaja en un proyecto de ley para regular la adopción internacional que impulsará medidas preventivas para paliar el drama, además de apostar por una mejor coordinación entre las administraciones y por mecanismos de apoyo a las familias antes y después de que la adopción sea efectiva.
En lo que sí coinciden todos es en dejar bien claro que la adopción 'funciona de manera satisfactoria' y con garantías, afirma Palacios, y que los casos fallidos 'son muy pocos, pero siempre dolorosos', según Valcarce. 'La frustración es doble para los adoptados. También para los adoptantes. Siempre es traumático', continúa la secretaria de Estado.
'Son muy, muy aislados, pero existen, y hay que hacerles frente', apostilla Miguel Góngora, presidente de ADECOP, una de las federaciones de asociaciones de adopción internacional que hay en España.
En cualquier caso, los adoptados doblemente abandonados regresan a la tutela de las administraciones públicas, y pueden ser objeto de una nueva adopción. Nunca serán devueltos a sus países de origen, pues cuando vienen lo hacen ya con pasaporte español.
Independientemente del porcentaje, afirma el coordinador general de CORA, 'cada caso es un drama familiar, sobre todo para el niño que ve que le abandonan de nuevo, después de venir desde cualquier confín del mundo'.
Francisco J. Rua advierte que el porcentaje de abandonos 'es muy inferior al que existe entre familias biológicas'. Recientemente se ha sabido que en España existen 30.000 niños tutelados por las administraciones públicas.
PREVENCION Y AYUDA POST-ADOPCION
Prevenir, actuar en la fase previa a que se haga efectiva una adopción -'buscar una familia para un niño que la necesita, y no al revés', aclara Palacios-, es clave para combatir el drama, según Valcarce. También lo es que los padres sepan que pueden recibir ayuda de especialistas cuando 'los desajustes' aparecen, y no esperar a que el problema 'esté enquistado'.
La secretaria de Estado habla de la necesidad de que funcionen los mecanismos que determinan la idoneidad de unos padres para convertirse en adoptivos, y que los criterios de selección 'se apliquen perfectamente' por unos profesionales bien formados.
El coordinador general de CORA apunta la falta de preparación, formación e información previa que las administraciones autonómicas ofrecen a las familias como causas de las adopciones fallidas, 'aunque cada caso es diferente', reconoce.
'Las familias -dice Francisco J. Rua- vamos con un niño ideal en la cabeza, que es prácticamente imposible que se cumpla. En la fase previa las familias nos tenemos que preparar para asumir los factores especiales de nuestros hijos: edad, raza, sexo, origen e historia pasada'.
Después, los servicios post-adoptivos 'deben ayudarnos a solventar cualquier tipo de conflicto, o dudas que nos puedan surgir en la convivencia y adaptación inicial', propone el coordinador de CORA.
Es fundamental pues, y en esto también coinciden todas las fuentes consultadas, un apoyo multidisciplinar cuando el menor ya está en casa. Un apoyo o seguimiento post-adoptivo que para Valcarce debería prolongarse, 'como mínimo', durante los dos primeros años.
La edad, tanto de los adoptados -superior a 6 años- como de los adoptantes, puede ser un factor de riesgo. Antonio Llorente, presidente de FEECAI (Federación Española de Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional), lo tiene claro: 'es determinante', como lo es también que los padres 'no hayan interiorizado realmente lo que están haciendo'.
'Muchas personas -dice- no llegan a interiorizar la adopción, y luego echan la culpa al proceso. También hay que decir que se está animando en exceso' a la adopción internacional.
El catedrático Jesús Palacios apunta otros factores de riesgo en su estudio 'Adopción internacional en España: un nuevo país, una nueva vida', publicado en 2005 y realizado junto a otros dos profesores de la Universidad de Sevilla.
Cita graves desacuerdos en la pareja respecto al proyecto adoptivo, las madres solas, que existan hijos biológicos previos, el marcado desajuste entre el perfil solicitado y el asignado, un estilo educativo rígido e inflexible y problemas de conducta serios (violencia, hiperactividad, incapacidad para expresar afecto,...).
De ahí que la ayuda sea fundamental. 'La idea de que el amor todo lo soluciona es falsa. El cariño resuelve muchos problemas, pero no todos', dice Palacios. 'La adopción es siempre una aventura, una apuesta por la incertidumbre', concluye.