Después de la muerte de Chin Chin todo cambió para Bonita. Ayer por fin conseguí fotografiarla cuando se sentó y comió con nosotros en nuestra mesa, y aunque todavía me siento mal cuando la veo, me digo a mi mismo:

"Lo hecho, hecho está. No puedo cambiar lo que le ocurrió a Chin Chin ... y tengo que empezar a mirar hacia delante y mucho más allá".

No puedo olvidar lo que ocurrió, pero tengo que ser fuerte y mirar hacia adelante. ¿Qué más puedo hacer? ¿Dejar de comprarla comida cuando esté hambrienta debido a lo que ocurrió?

Le di muchas vueltas a ese tema...

Al final tomé una decisión. Le dije al dueño del restaurante, donde siempre comemos pollo y arroz, que le diera comida siempre que "Bonita" lo pidiera y que luego me pasara a mí la cuenta al día siguiente.

P James