lunes, 27 de agosto de 2007
Diario filipino llama la atención sobre el pasado vasco de Davao, fundado por el bergararra José Oyanguren en 1848
La influencia vasca en la historia de Filipinas ha sido notable y en los últimos meses se han puesto en marcha diversos eventos para recuperar esta relación y estrechar lazos entre Euskal Herria y Filipinas. Si hace unas semanas una delegación de la UPV-EHU visitaba la provincia de Nueva Vizcaya para firmar acuerdos de intercambio con universidades locales, este semana un diario de Davao recupera la figura de don Jose Oyanguren, el bergararra que en 1848 fundó esta ciudad, llamándola Nueva Vergara, y dio nombre a la provincia de Nueva Guipúzcoa.
Davao, Filipinas
El diario Sun Star de Davao, la tercera ciudad más importante de Filipinas y centro financiero y turístico, ha publicado esta semana un artículo firmado por Aida Rivera Ford en el que se recuerda la figura del vasco don José Oyanguren y su trágica historia. Oyanguren nació en Bergara en 1800 y tras estudiar leyes embarcó rumbo a Filipinas en 1825 para hacer fortuna. Durante cinco años fue juez en Tondo, Manila, hasta que fue relevado de su cargo.
Se dirigió entonces a Carada, donde conoció a María Luisa Azaola, una dama de origen vasco, cuya familia poseía una plantación y se dedicaba al comercio. Su hermano Antonio Azaola fue brutalmente asesinado en un ataque de los 'piratas Moros', que incendiaron el barco en el que viajaba en 1844. Decidido a vengar el asesinato del hermano de su amada, Oyanguren emprendió una expedición de castigo contra los piratas en el Golfo de Davao, explica el artículo.
Venció a los piratas
Al mando de tres navíos y con la compañía de su amada Maria Luisa Azaola en el buque Elcano, Oyanguren encontró a los piratas y en junio de 1848 atacó su campamento. En la batalla el jefe de los piratas huyó pero Oyanguren venció en la batalla. Al día siguiente, 29 de junio, Oyanguren celebró una misa en honor a San Pedro cerca del lugar donde hoy en día se levante la catedral del mismo nombre.
Oyanguren fue nombrado gobernador y luchó para erradicar a los piratas del Golfo de Davao. En su honor, la provincia fue denominada Nueva Guipúzcoa, y el asentamiento cristiano que luego se convertiría en Davao fue nombrado como Nueva Vergara. Oyanguren trabajó por modernizar la zona e impulsó la cristianización y la creación de reducciones. Y se negó a ampliar los impuestos sobre los nativos que habitaban en ellas, alegando haberles dado su palabra. Esta y otras razones provocaron que lo apartaran de su cargo en 1851. Oyanguren murió en la miseria en 1858, pero los archivos de la Catedral de San Pedro recogen que en su lecho de muerte se casó con su amada María Luisa Azaola, concluye el relato.
EuskalKultura.com
Etiquetas: noticas de actualidad