El 68 por ciento de los filipinos rechaza la gestión de la actual presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, pese a su reciente campaña para promocionar los logros de su Gobierno antes de que abandone el puesto el próximo junio.

Según una encuesta divulgada hoy por la organización Pulse Asia, la popularidad de Arroyo ha caído a su nivel más bajo desde que accedió al poder en enero de 2001 tras la caída de Joseph Estrada.

El Tribunal Supremo autorizó el lunes a la mandataria a pugnar por un escaño en el Congreso en las elecciones del 10 de mayo, aunque muchos piensan que quiere ser diputada para promover una reforma de la Constitución que elimine la limitación a un único mandato presidencial de seis años.

Arroyo se convertiría entonces en primera ministra de Filipinas bajo un nuevo sistema de bicefalia en las jefaturas del Estado y el Gobierno.

En algo más de nueve años en el poder, la presidenta ha superado cuatro intentonas golpistas y otros cuatro procesos de destitución por corrupción, aunque todavía goza del respaldo de los militares.

Hace unos meses, fue muy criticada por su relación con la familia Ampatuan, un poderoso clan musulmán del sur del archipiélago cuyo cabecilla ordenó la matanza de 57 personas para intimidar a un rival político, un suceso que causó un grave escándalo en el país.