lunes, 21 de marzo de 2011
Los niños son los grandes olvidados en las adopciones


Nuria Barrios, autora de ‘El alfabeto de los pájaros'




Las emociones construyen el mundo literario de Nuria Barrios (Madrid, 1962). En su última novela, El alfabeto de los pájaros (Seix Barral), narra la historia de Nix, una niña china de 6 años adoptada. A través de la recreación de un mundo fantástico, Barrios no elude el dolor por el abandono que sufrió la pequeña al nacer. La escritora da así un toque de atención a los que olvidan que los niños también tienen sentimientos.


¿Conoce personalmente el tema de la adopción de niños?

Tengo varias amigas con hijos adoptados y seguí el proceso muy de cerca. La mayoría son niños chinos. Y es una realidad que cada vez me parece más cotidiana.


¿Y cómo lo trasladó a una novela?

Como lo tenía muy cerca, me interesaba la situación de los niños, que es algo de lo que no se habla muy a menudo. Son los grandes olvidados. Se habla de las dificultades de los padres adoptivos, pero no del proceso emocional de los niños adoptados. A través de estos niños me enfrenté a lo que podía significar el ser abandonado.


¿Le fue difícil adoptar la voz de un niño?

No, por empatía me resultó fácil. Entendía lo que le ocurría a la niña. Sus emociones me eran comunes. Todos queremos un amor incondicional, tememos que nos abandonen y sufrimos la fragilidad de las relaciones afectivas.


Una de las herramientas que utiliza la niña es la imaginación.

Utilizo la imaginación porque hay hechos a los que no puedes contestar, como el abandono. Y me servían de guía los cuentos infantiles, que hablan de las cosas que más aterrorizan a los niños, y, a través de ellos, hacen que los niños se enfrenten a ellas y las hagan visibles.


¿La ficción nos lleva al conocimiento de una realidad?

Lo que puede hacer es que los lectores sepan que los niños tienen una vida emocional propia muy intensa. Desde el primer momento se piensa que ese niño adoptado debe ser feliz, y no se considera que puede arrastras problemas que no tienen solución inmediata.


Al ser madre, ¿cómo se volcó en la trama?

Nunca me enfrento a una novela como una investigación. El acercamiento que tengo siempre tiene una parte emocional importante. Podría haber sido madre y no tener empatía con los niños. Y tampoco es imprescindible ser madre para hablar de los niños.


Paula Corroto
Publico.es



Etiquetas:

 

Enrique Campoamor a las 10:18 a. m. | Permalink |


0 Comments: