martes, 19 de diciembre de 2006
Una juez obliga a que una niña de cinco años acogida vuelva con la madre biológica
El Gobierno canario considera que la pequeña está bien con su familia preadoptiva.

El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Las Palmas exige que una niña de cinco años abandone el domicilio de su familia preadoptiva para vivir con su madre biológica, de la que fue apartada siendo bebé tras ser declarada en desamparo. La Dirección General de Menores de Canarias admite que la pequeña está bien con su nueva familia, pero un técnico acudió ayer a recogerla para acatar la orden judicial. No tuvo éxito. La madre adoptiva se resiste a entregar a la pequeña. La madre biológica la reclama desde hace dos años.

La llaman Piedad, un nombre que no es el suyo y que preserva su identidad. Un nombre que es también un símbolo: piedad y empatía es algo que esta niña de cinco años no siempre ha recibido. La titular del juzgado número 5 de Canarias considera que Piedad debe irse a vivir con su madre biológica, de la que fue apartada a los siete meses por orden administrativa, y a la que desde entonces no ve, y probablemente ya ni siquiera recuerde. La niña fue declarada en desamparo por no estar atendida ni reunir entonces su progenitora las condiciones adecuadas para sacarla adelante. Piedad dejó el frío de la calle donde su madre estuvo un tiempo acampada para solicitar un piso y vivió cerca de dos años en casas de acogidade menores. Demasiado tiempo a solas. Hace más de un año fue dada en acogimiento preadoptivo a una familia canaria. La niña está integrada con sus padres y hermanos, va al colegio, y se siente parte por primera vez de un entorno conocido, según los distintos informes psicológicos. Sin embargo, el 11 de julio la magistrada resolvió, a petición de la madre biológica, que la menor le fuera devuelta. La sombra del niño de El Royo (Soria) planea sobre esta preadopción interrumpida por orden judicial. Como es sabido, este pequeño le fue retirado a su familia de acogida para que viviera con su madre biológica, aquejada de trastorno bipolar. El niño volvió poco después a un centro de acogida.

Este verano, la familia acogedora canaria apeló la sentencia, pero el juzgado dictó auto de entrega de Piedad el 31 de julio, fijando después sucesivas fechas. En este tiempo, la familia ha presentado recurso de amparo y ha denunciado al juzgado número 5 ante el Consejo General del Poder Judicial. Simultáneamente, la familia ha sido acusada de desobediencia por la magistrada. Ni la titular ni fuentes cercanas al juzgado han querido comentar el caso, según Efe.

La presidenta y abogada de la Asociación de Defensa, Amparo y Garantías en Adopción y Acogimiento (DAGA), María del Mar Calvo, respalda a la familia preadoptiva. DAGA considera que la decisión judicial "obliga a la niña, sin oírla ni evaluar su situación a volver con una madre a quien no conoce ni recuerda" y reitera que vulnera el "interés supremo del menor".

"A la niña se la ha tratado como un objeto", afirmó la madre preadoptiva en conversación telefónica con este diario el 4 de diciembre. Ese día expiraba uno de los plazos de entrega. La niña tampoco estaba en casa, pero el cerco se estrecha para esta familia. Su actitud es firme y María, el nombre con el que la madre se hace llamar en esta encrucijada, piensa que dejar ir a la niña sería interrumpir su desarrollo, hacerle daño. "Sería traumático", argumenta.

Los padres preadoptivos solicitan que sus recursos lleguen a la Audiencia Provincial. Al mismo tiempo dicen ser " víctimas a de acoso judicial". María sostiene que ha habido una cadena de irregularidades,"empezando por admitir a trámite una demanda cuando se daba una condición firme de desamparo". Nostros somos parte y no se nos notificó para estar presente en el proceso", añade. Desde julio les llueven providencias judiciales. "La juez no da traslado a nuestros recursos", dice, "pero muestra una gran celeridad en dictar ejecuciones". El Instituto del Menor de Canarias revocó el previsto acuerdo de adopción a raíz de la actuación judicial, a pesar de que sus informes advierten del riesgo que corre la niña si es devuelta.

El primer procedimiento de la madre biológica contra el desamparo fue archivado por no formalizar la demanda. En 2004 presentó una nueva demanda y la resolución judicial ha tardado dos años. La madre adoptiva declina hablar de la madre biológica por respeto a su hija, pero asegura que aquella pidió un régimen de visitas, y que es la jueza "quien le regala la niña".

I. DE LA FUENTE
El País, 19/12/2006

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Enrique Campoamor a las 9:41 a. m. | Permalink |


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