lunes, 21 de abril de 2008
La crisis del arroz se abate sobre las frágiles economías de los países asiáticos




En los países asiáticos el arroz es el principal alimento, la base de la alimentación, especialmente para millones de personas que viven al límite de la sobrevivencia. La crisis que está afectando violentamente el continente por el alza del precio (hasta el 75% más) del alimento esencial para grandes masas de la población es un auténtico terremoto que crea desconcierto y trastornos en la economía y en la sociedad de muchos países de Asia. En el continente el arroz representa normalmente el 40% de las calorías del consumo individual, para una población de más de dos mil millones y medio de personas. Asia consume el 80% del arroz producido en todo el mundo.

Los más preocupados son los países importadores, que pueden agotar de un momento al otro sus reservas alimentarías, como sucedió en la crisis de 1976, debía sobre todo a las malas cosechas afectadas por distintos fenómenos atmosféricos.

Muchas naciones están ya en emergencia y en otras se podría llegar a este estado rápidamente. Filipinas, entre los países más golpeados, estaba buscando comprar hace unas semanas más de 500 mil toneladas de arroz en el extranjero para poder alimentar a su población, la Iglesia ha dado también su ayuda en la distribución de arroz a precios controlados. En Bangladesh, después del ciclón Sidr, la situación se ha complicado y las reservas no son suficientes. Y mientras los países importadores como Filipinas, Bangladesh, Indonesia, Corea del Norte y Nepal están preocupados por la “seguridad alimentaría”, los grandes productores como India y China quieren reducir las exportaciones para mantener bajo el precio en el propio país. En Vietnam, productor y exportador, el precio del arroz ha subido del 20% mientras que en la India ha aumentado del 50% el precio mínimo del arroz exportado.

Según los expertos del Asia Development Bank las razones de la abrupta subida son múltiples: escasas cosechas por eventos atmosféricos; reducción de la tierra dedicada a la agricultura (a favor de pastos) y el dedicar cada vez más cantidad de cereales a la creación de combustible biológico.

Dado el alcance de la crisis, además de las ayudas de emergencia puestas en acto por los distintos gobiernos, es necesario intervenir a nivel estructural en la economía internacional y buscar soluciones en colaboración con instituciones como el Banco Mundial, WTO y el Fondo Monetario Internacional.

Agencia Fides



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Enrique Campoamor a las 9:35 a. m. | Permalink |


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