lunes, 11 de agosto de 2008
Filipinas despliega mas tropas en Mindanao para contener la ofensiva comunista



El gobierno filipino desplegó mas tropas en el sudeste de la isla de Mindanao, que en las últimas semanas sufre una escalada de ataques de rebeldes comunistas del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) contra objetivos civiles.

El portavoz militar de la región, mayor Armand Rico, anunció hoy el despliegue de unos 500 soldados, tanques y unidades de artillería para 'poner fin a estos actos criminales y terroristas', a petición de alcaldes y gobernadores provinciales.

Cuatro divisiones de Infantería, casi la mitad del Ejército filipino, están destacadas en estos momentos en la segunda mayor isla del país, donde combaten a la insurgencia comunista en la mitad oriental y a los rebeldes islámicos en el oeste.

Desde que comenzó el año, la guerrilla ha atacado en esta zona del archipiélago minas, antenas de telecomunicaciones y plantaciones de plátano e intentado sin éxito sacar a sus presos de dos cárceles.

Además, ha aumentado sus esfuerzos para cobrar a todas las empresas y algunos particulares el 'impuesto revolucionario'.

El pasado fin de semana, presuntos miembros del NEP prendieron fuego a unas instalaciones de la compañía minera suiza Xstrata cerca de Compostela Valley, 950 kilómetros al sur de la capital, dejando heridos a dos soldados.

Rico advirtió además del riesgo de que el NEP vuelva a cometer atentados en los barrios pobres de grandes ciudades, como ocurrió durante los años 80, hasta que a finales de la década llegó a la alcaldía de Davao el ex gángster Rodrigo Duterte, quien financió a grupos vigilantes para que neutralizaran a los comunistas.

La guerrilla opera casi exclusivamente en las áreas rurales del país y sólo en contadas ocasiones ha cometido atentados en núcleos urbanos, siguiendo su estrategia maoísta de 'rendir las ciudades desde el campo'.

El brazo armado del ilegal Partido Comunista de Filipinas agrupa entre 5.700 y 7.200 combatientes regulares y lleva desde 1969 alzado en armas contra el Gobierno, en un conflicto que causa muertes casi a diario.

Pese a las últimas reuniones secretas en Noruega, los rebeldes se resisten a aceptar el alto el fuego que se les exige para reanudar el proceso encaminado a lograr un acuerdo de paz duradero que ponga fin a casi cuatro décadas de enfrentamientos en las zonas más pobres del archipiélago.



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Enrique Campoamor a las 9:34 a. m. | Permalink |


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