martes, 26 de mayo de 2009
Filipinas intenta reanimar el español


Clase de español en el Instituto cervantes de Manila


El archipiélago reintroducirá este idioma en la educación secundaria tras un paréntesis de cuatro décadas


El español agoniza en Filipinas. Sólo dos de cada 100 habitantes sabe hablarlo. Menos aún son capaces de escribirlo. Y la mayoría de los que lo dominan supera los 50 años. Los apellidos castellanos que conservan muchos habitantes de Manila, así como los nombres de numerosas calles y negocios de la capital disimulan su estado crítico. Pero la esperanza de reanimar este idioma comatoso están puestas en la reintroducción del español en las aulas tras cuatro décadas de ausencia. Una terapia de shock que el Gobierno filipino pondrá en marcha en junio.

Una de las llaves para que el tratamiento tenga éxito está en manos del Instituto Cervantes de Manila. El centro tiene dos meses para transformar a profesores de inglés en los docentes de español que formarán la avanzadilla.

"Se dará un curso intensivo de 240 horas en abril y mayo a los 34 profesores del proyecto piloto. El curso será presencial, pero después su formación continuará de forma virtual durante todo el curso", explica el jefe de estudios de este centro, Juan Robisco. "La situación no es ideal, pero tampoco lo era en España cuando empezó a enseñarse inglés", compara.

Con un español básico en el bolsillo, estos profesores impartirán las primeras clases a los 1.190 alumnos seleccionados para el proyecto, 70 en cada provincia. Si el programa tiene éxito, se ampliará.

Los docentes tienen a su favor las escasas diferencias de pronunciación entre el español y el tagalog, la lengua nacional filipina, y su abundante vocabulario en común más del 20%, fruto de cuatro siglos de coexistencia. Incluso sobrevive aún un dialecto del castellano, el chabacano, en la provincia de Zamboanga, al sur del país.


La competencia china

El parecido con el tagalog es una de las pocas ventajas con las que cuenta el español frente al chino, que puja con fuerza por arrebatarle el tercer puesto, después de haber cedido el segundo lugar al inglés hace décadas.

"El español ya no es la lengua internacional de los filipinos, porque ese papel lo ocupa el inglés. Ya no es la lengua del ambiente social, político y cultural, porque ese espacio está ocupado por el inglés y el tagalog. Y no es la lengua familiar, porque los filipinos hablan en casa sus propias lenguas vernáculas", subraya el filólogo Rafael Rodríguez-Ponga en un informe del Real Instituto Elcano.

Para convencer en Filipinas, el castellano tiene que desprenderse de la piel colonial. "El español ha ido retrocediendo porque ha sido visto con prejuicios, como antigua, colonial, inútil, difícil o elitista. El cambio que se está operando en este mismo momento es de gran importancia: se empieza a ver como una lengua útil, internacional y abierta. Muchos filipinos, ahora, lamentan no haberla aprendido antes y mejor".

Es el caso de quienes quieren ir a trabajar o hacer negocios en Latinoamérica o de los que trabajan en los callcenter, uno de los negocios en auge en el país. "Ahora gano 14.000 pesos (228 euros), pero quiero aprender español porque así podría ganar casi 20.000 (325 euros) y tendría más oportunidades para ser encargada y doblar el sueldo", dice Marta Valencia, una filipina de 26 años, en una cafetería de Manila cercana a su oficina. "No tendría que inventarme un nombre inglés", bromea, "Pero ahora no tengo tiempo ni dinero para estudiarlo".

Desde que el ex presidente Ferdinand Marcos suprimió el español de la educación en 1976, esta lengua sólo se ha mantenido viva en un puñado de escuelas privadas y en algunas carreras universitarias, como Filología o Historia, donde se estudian textos del pasado colonial. Pero algunos temen que la retirada de la presidencia de Gloria Macapagal Arroyo en 2010 frene su delicada mejoría.


En manos del Gobierno

"Arroyo admira a España, le gustaría que todos hablásemos español con la misma fluidez que ella. Pero no puede ser reelegida en las próximas elecciones y hay candidatos, como Estrada, que no sólo no están a favor del español, sino que lo rechazan", señala Vicente Jardín, estudiante de la Universidad de Filipinas Dilman.

La directora general de Cooperación Española para África, Asia y Europa, Carmen Moreno, se mostró más optimista durante la reciente visita oficial a Manila con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. "España es el primer donante en ayuda de la UE y el quinto mundial. El presupuesto de 2008 fue de 40 millones de euros, así que, aunque cambie la presidencia, la recuperación del español no se detendrá", aseguró.


El talago, un idioma con fuerte sabor hispano

  • 4.000 palabras. El tagalog, la lengua nacional filipina, tiene más de 4.000 palabras y expresiones de procedencia española, empezando por uno de los saludos más comunes, ‘kumustá?’

  • Objetos de ultramar. El grupo más numeroso de vocablos de origen castellano está formado por todos aquellos objetos que no existían en el archipiélago antes del asentamiento de los colonizadores españoles a mitad del siglo XVI: ‘baso’, ‘silya’, ‘tinidor’, ‘kutsara’, ‘mesa’, ‘sabon’, ‘relos’, ‘plato’.

  • Nuevas aficiones. A los recién llegados les llamaron como el reino del que procedían, Kastila y adoptaron sus aficiones, como las ‘cartas’, ‘baraha’, o las apuestas con caballos en el ‘hipodromo’.

  • Organización estatal. Los colonos dejaron su impronta en los cargos oficiales del país: ‘presidente’, ‘senador’, ‘diputado’, ‘alkalde’, ‘konsehal’ o ‘pulysia’.

  • Gastronomía. El ‘lechon’, importado de la gastronomía castellana, sigue siendo uno de los platos tradicionales por excelencia. También son comunes en las cartas el ‘asado’ o ‘la empanada’.

  • Vestimenta. Los colonizadores trajeron ropa desconocida para los locales y el nombre de sus prendas se conservan, como es el caso de ‘sombrero’, ‘gora’ o ‘peineta’.

Mar Centenera
Publico.es


Etiquetas:

 

Enrique Campoamor a las 10:09 a. m. | Permalink |


0 Comments: