miércoles, 30 de mayo de 2007
Despedidas ...



Jest y mamá


Ya estamos en casa (2 de abril de 2007), hace 24 horas que hemos llegado y os podéis imaginar cómo está la casa, llena de maletas y ropa por lavar, jeje. Pero lo importante es que el peque parece que ha vivido con nosotros desde su nacimiento. Como os decía desde Manila, a Jest le costó casi 3 días aceptarnos, el recibimiento no fue malo, dejó que lo cogiéramos a los pocos minutos pero en el momento de meternos en el coche fue consciente de que se iba y entonces sí que lloró. Esos tres días vivimos Jest y yo como dos lapitas, no quería caminar, casi no comía, no dejaba que su padre se acercase. Íbamos preparados para una reacción similar, Isabel la mami de Harold nos contó su experiencia, pero fue duro, muy duro, eso sí, con la esperanza de que no tuviésemos que esperar mucho para ver su primera sonrisa.

El segundo día visitamos Tagaytay, y ese día dimos un pasito para atrás. La encantadora directora del orfanato de Jest nos pidió por favor que la dejásemos que nos acompañara. La verdad es que en el primer momento no fuimos nada conscientes de lo que podría ser y aceptamos encantados. Ese día de excursión nos dimos cuenta de por qué Sir Dorothy quiso acompañarnos... Jest es un niño muy querido en St Rita, pudimos comprobarlo durante las horas que pasamos con ellos, con el cariño con lo que lo despidieron, con el amor con el que hicieron el álbum que nos regalaron.


Sir Dorothy y Jest en Tagaytay

Ese día, cuando volvíamos al hotel, Jest dormía en el regazo de Sir Dottie y ella, abrazándolo con todo el amor del mundo, lloraba y le susurraba cuánto lo quería. Fueron momentos muy duros para los tres, acabamos llorando todos y sintiendo mucha pena porque estábamos separando a nuestro hijo de la que era su familia hasta entonces. Creo que alguna vez he leído algo sobre esto a Mónica, ¿verdad?, son sentimientos contradictorios, estás deseando comenzar una vida con el peque pero no puedes dejar de pensar en la tristeza de la separación de sus raíces.


Jest y Xhyra

El día en Tagaytay fue agradable,las vistas del volcán son impresionates, lo peor es que llegar allí lleva ¡unas dos horas! Nos acompañó una preciosidad llamada Xhyra, amiguita de nuestro hijo que está a punto de irse a EEUU con sus papis. Nos enamoramos de esta niñita maravillosa y al final del día nos llamaba mamá y papá. FUeron tantos sentimientos juntos...

¿Qué os voy a decir del orfanato de nuestro enanito? Es una verdadera maravilla, los niños se les ve felices, muy bien cuidados. Las social workers son encantadoras, las sisters rebosan amor. Estuvimos en St Rita desde las 10 hasta casi las 2 de la tarde. Nos invitaron a comer, todo estaba riquísimo aunque los nervios no dejaban que provásemos bocado. Visitamos las habitaciones de los niños, pudimos ver lo bien que cuidaban a los bebés, que por cierto, acababan de llegar unos gemelitos de días que nos hicieron llorar de emoción sólo con verlos. Vimos la habitación de los mayores, fotografiamos la cama de nuestro hijo con él encima. Fue una sensación maravillosa ver dónde pasó nuestro hijo casi ¡¡¡3 años!!!

El momento de la despedida fue triste, llenaron a Jest de besos y de bendiciones. Nos regalaron un álbum de fotos que será muy importante para que Jest pueda recordar a todas sus cuidadoras, sus sisters y sus amiguitos. A Jest le dieron una mochila con pañales, algo de ropa, su biberón y el peluche que le habíamos mandado por los papis de Harold. Al llegar a la habitación Jest quiso ver el contenido de su mochila y sus fotos. Nos dimos cuenta que echaba de menos a su familia de St Rita.

Seguiré, os lo prometo, ahora nuestro peque nos reclama!! Muchos besos a todos.

Paula, emocionada, al recordar estos momentos.


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Enrique Campoamor a las 9:59 a. m. | Permalink |


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