viernes, 19 de octubre de 2007
Al menos 8 muertos y 90 heridos por bomba, en un Centro Comercial de Manila



Al menos ocho personas murieron y otras 90 resultaron heridas al explotar hoy una bomba en uno de los mayores centros comerciales de Makati (Glorietta Mall), el pulmón económico de la capital de Filipinas, informaron fuentes oficiales


La bomba, que contenía material plástico explosivo denominado C4, estalló hacia el mediodía en una de las entradas al centro comercial Glorieta, uno de los más populares de la capital filipina, situado en el distrito financiero de Makati, cuando rebosaba de gente que efectuaba compras o almorzaba en los restaurantes.

'Esto ha sido una bomba, pero más allá de eso no podemos decir nada, dado que seguimos investigando', declaró el general Avelino Razón, director de la Policía Nacional.

Después de mantener una reunión de urgencia con los miembros del Consejo Nacional de Seguridad, la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, advirtió a sus rivales políticos que se abstengan de aprovechar el atentado para intentar desestabilizar al Gobierno, inmerso en un nuevo escándalo de corrupción.

'Advierto a aquellos que buscan desestabilizar nuestro Gobierno que no exploten este incidente para perseguir sus egoístas motivos políticos', señaló.

Razón apuntó que la Policía carece de pistas que indiquen que el atentado, perpetrado mediante la colocación de una bomba cerca de un taller de reparación de teléfonos móviles, hubiera sido obra de los grupos terroristas que actúan en la región musulmana del sur de Filipinas.

En un principio, la Policía atribuyó la explosión a una bombona de gas en un restaurante chino de la primera planta y que da a la calle, pero esa hipótesis fue después descartada.

La explosión causó daños materiales en todos los comercios situados en un radio de 200 metros cuadrados.

'La bomba ha sido colocada junto a la puerta, ha derrumbado los techos y levantado los suelos en toda esa zona', dijo a Efe el general Geary Barios, subdirector de la Policía de Manila, ciudad de unos 12 millones de habitantes.

Poco después del atentado, la Policía reforzó las medidas de seguridad en Manila y en su aeropuerto internacional Ninoy Aquino.

Por su parte, la Presidenta filipina ordenó a los cuerpos de seguridad investigar el suceso 'sin dejar de levantar una sola piedra' para descubrir a los responsables, y desplegar a dos mil agentes de refuerzo en las calles de la capital.




'Espero que los ciudadanos entiendan las medidas de seguridad que hemos puesto en práctica', manifestó Macapagal al término de la reunión celebrada por el Consejo Nacional de Seguridad.

La mayoría de los heridos, entre los que figuraban niños, fueron trasladados en ambulancias al Hospital del Manila y al Centro Médico de Makati para ser atendidos, muchos de ellos por cortes provocados por la rotura de cristales y golpes causados por la caída de cascotes.

'La Presidenta está profundamente apenada y ha dado instrucciones de proveer toda la asistencia posible a las víctimas para intentar mitigar su sufrimiento', manifestó a la prensa el portavoz presidencial, Ignacio Bunye.

También cerca de una decena de automóviles que se encontraban aparcados en las inmediaciones del lugar del atentado resultaron dañados.

La explosión causó el pánico entre la gente que se encontraba en los alrededores del área comercial, una de las mayores del país y una de las más seguras desde que hace siete años Manila fue escenario de una serie de atentados con bomba que causaron al menos 22 muertos.

En 2004, el Gobierno filipino responsabilizó al grupo terrorista Abu Sayaf, que se atrinchera en la región de Mindanao, al sur de Filipinas, y que EEUU vincula con Al Qaeda, del atentado cometido contra un transbordador en la bahía de Manila, en el que perdieron la vida 116 personas.

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Enrique Campoamor a las 3:41 p. m. | Permalink |


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