miércoles, 31 de octubre de 2007
Mes de la infancia en Filipinas
Han culminado con un especial "Día del Niño”, el 26 de octubre pasado, las celebraciones convocadas a nivel nacional en Filipinas con motivo del "Mes nacional de los Niños", proclamado por el Departamento para el Bienestar y el Desarrollo social del gobierno de Manila. Cada año en el mes de octubre el gobierno lanza una serie de iniciativas en todo el territorio nacional para estimular las capacidades físicas, intelectivas y creativas de los niños y para sensibilizar a la opinión pública sobre la necesidad de proteger y custodiar la infancia de los abusos de que con demasiada frecuencia son objeto.
Se han unido a las celebraciones organizaciones no gubernamentales, asociaciones de la sociedad civil y también diversos miembros de la Iglesia católica como los Salesianos y las Hijas de Maria Auxiliadora, que promueven campañas propias a favor de la infancia, o tienen la oportunidad de hacer conocer y renovar su compromiso en el ámbito de iniciativas a favor de los niños.
Un primer ámbito en el que se ha introducido la Iglesia filipina ha sido el de la instrucción. En Filipinas en efecto - como en toda Asia oriental y en el Océano Pacífico - en la última década el porcentaje de niños que frecuentan la escuela ha disminuido (en el archipiélago son al menos 2 millones de niños en edad escolar que no frecuentan la escuela elemental). Esto significa que los niños se ven privados de un derecho esencial que poseen, el de la instrucción, con frecuencia a causa de la extrema pobreza de las familias, que mandan a trabajar a los hijos para contribuir al aporte económico del núcleo familiar.
Relacionado con el problema de la instrucción, está pues el del trabajo infantil, ámbito en el que los grupos de acción social y las Comisiones Justicia y Paz, a diversos nivel, son muy activos. Según consideraciones oficiales, en Filipinas los niños trabajadores entre los diez y los diecisiete años son 2,2 millones, pero el número real es indudablemente más alto: se calcula que un amplio porcentaje de niños con menos de diez años trabaja, y que unos 5 millones de pequeños de los 5 a los 14 años son parte de la fuerza obrera del país. Es totalmente incumplida, señalan las asociaciones eclesiales, la ley que prohíbe el trabajo fuera de la familia para los menores de quince años y el trabajo peligroso a los menores de dieciocho. Además se considera que entre 400.000 y 1,6 millones de niños son como esclavos y destinados a actividades extremadamente duras y pesadas.
Un tercer ámbito de trabajo de las parroquias y asociaciones eclesiales es el de los niños de la calle: según consideraciones internacionales el fenómeno de los niños de la calle solo en Metro-Manila ha asumido una dimensión alarmante, puesto que son más de 100.000 los niños que transcurren su día por las calles, en condiciones indecibles de pobreza material, educativa y sanitaria. Los niños de la calle están expuestos cotidianamente a riesgos enormes y a una elevada tasa de violencia. A menudo padecen graves problemas de dependencia de la droga que provoca daños cerebrales irreparables en un tiempo relativamente breve.
Se han unido a las celebraciones organizaciones no gubernamentales, asociaciones de la sociedad civil y también diversos miembros de la Iglesia católica como los Salesianos y las Hijas de Maria Auxiliadora, que promueven campañas propias a favor de la infancia, o tienen la oportunidad de hacer conocer y renovar su compromiso en el ámbito de iniciativas a favor de los niños.
Un primer ámbito en el que se ha introducido la Iglesia filipina ha sido el de la instrucción. En Filipinas en efecto - como en toda Asia oriental y en el Océano Pacífico - en la última década el porcentaje de niños que frecuentan la escuela ha disminuido (en el archipiélago son al menos 2 millones de niños en edad escolar que no frecuentan la escuela elemental). Esto significa que los niños se ven privados de un derecho esencial que poseen, el de la instrucción, con frecuencia a causa de la extrema pobreza de las familias, que mandan a trabajar a los hijos para contribuir al aporte económico del núcleo familiar.
Relacionado con el problema de la instrucción, está pues el del trabajo infantil, ámbito en el que los grupos de acción social y las Comisiones Justicia y Paz, a diversos nivel, son muy activos. Según consideraciones oficiales, en Filipinas los niños trabajadores entre los diez y los diecisiete años son 2,2 millones, pero el número real es indudablemente más alto: se calcula que un amplio porcentaje de niños con menos de diez años trabaja, y que unos 5 millones de pequeños de los 5 a los 14 años son parte de la fuerza obrera del país. Es totalmente incumplida, señalan las asociaciones eclesiales, la ley que prohíbe el trabajo fuera de la familia para los menores de quince años y el trabajo peligroso a los menores de dieciocho. Además se considera que entre 400.000 y 1,6 millones de niños son como esclavos y destinados a actividades extremadamente duras y pesadas.
Un tercer ámbito de trabajo de las parroquias y asociaciones eclesiales es el de los niños de la calle: según consideraciones internacionales el fenómeno de los niños de la calle solo en Metro-Manila ha asumido una dimensión alarmante, puesto que son más de 100.000 los niños que transcurren su día por las calles, en condiciones indecibles de pobreza material, educativa y sanitaria. Los niños de la calle están expuestos cotidianamente a riesgos enormes y a una elevada tasa de violencia. A menudo padecen graves problemas de dependencia de la droga que provoca daños cerebrales irreparables en un tiempo relativamente breve.
Etiquetas: noticas de actualidad