miércoles, 11 de febrero de 2009
Hijo mío, eres adoptado


Padres extremeños se forman para afrontar las dificultades de una adopción

Carmen Bascona y Severiano Caballero, un matrimonio de Mérida, adoptaron en China a Estrella Fuzhen en octubre de 2003 cuando tan solo contaba con 14 meses. Su madre reconoce que al principio tuvo problemas de adaptación, tanto que incluso no se acostumbraba a dormir sola en su propia cuna, pero ahora no da mayores problemas que los de una niña cualquiera de su edad. En el colegio tampoco tiene dificultades. "Su clase parece la ONU", asegura Carmen, que cuenta que Estrella tiene muchos compañeros de países como Senegal, Ecuador, Venezuela, Rusia. "Los críos no tienen ningún problema de adaptación, somos peores los mayores", dice su Padre.

Aunque se les quiere igual, todo niño adoptado y sus padres deben pasar por un trámite del que las familias biológicas están exentas: el momento en el que el pequeño descubre que sus padres no son quienes le trajeron a este mundo. Para aprender a afrontar esta y otras dificultades añadidas para los padres adoptivos, ayer se celebraron en Mérida las primeras Jornadas para Familias Adoptivas en la región, unas mil en total, organizadas por la Junta y por Cruz Roja. En ellas se abordaron los problemas de conducta de los hijos adoptados, principal causa del fracaso en una adopción, que lleva a devolver al menor en un 1% de casos.

Los expertos recomiendan a los padres revelar a sus hijos su condición en la primera ocasión que se presente, eso sí, preparando previamente el terreno mediante juegos y cuentos pero, sobre todo, nunca mentir al pequeño sobre su origen.

Carmen y Severiano siguieron esta recomendación al pie de la letra. "Nosotros desde el principio le hemos contado a nuestra hija toda la historia de cuando fuimos a por ella", indica Severiano, quien especifica que es tan importante explicar a la niña las circunstancias que llevaron a sus padres a adoptar, como las que le llevaron a ella a ser adoptada. "Cuando me pregunta por qué yo no estoy embarazada como las madres de sus amigas, le respondo que es porque no puedo tener hijos, y que otra forma de tenerlos es ir a por ellos, y que ella me estaba esperando en China" dice Carmen.

Remedios Bonifacio y José Manuel Núñez, que viven en Cáceres, no tuvieron que ir tan lejos a por sus dos hijos, uno de cuatro años, Julio, y otro de dos, Carlos. Esta pareja adoptó a Julio, un niño español, al poco tiempo de casarse y tras muchos intentos fallidos de quedarse embarazados , y cuando llegó fue "la mejor experiencia de nuestra vida". Tan buena resultó que Remedios se quedó en estado de manera natural un mes después. Para ella fue igual de satisfactoria la llegada de sus dos hijos. "Para mí fue igual cuando me llamaron para decirme que iba a recibir a Julio que el día en que me anunciaron que estaba embarazada de Carlos". Para José María fueron incluso más emocionantes los cinco días que pasaron desde que le presentaron a su primer hijo y el momento en el que llegó a casa.

Daniel Barrasa
ElPeriodicodeExtremadura.com


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