jueves, 4 de marzo de 2010
Cinco años de alegrías
El tiempo pasa muy lento cuando esperas algo o a alguien y muy rápido cuando lo has conseguido.
Hoy 28 de Enero, hace cinco años que me encontraba preparando las maletas, con un nudo enorme en el estomago y todas mis ilusiones puestas en el que, sin duda, ha sido el viaje más importante de mi vida.
Hacía dos meses que sabía QUIEN era mi hijo. Había tenido que hacer unas cuantas copias de la única foto que me dieron de él, tanto llegué a besarla y manosearla. Miraba la maleta abierta con su ropita, los juguetes que había elegido para él y mi estómago se encogía pensando que a lo peor no le gustaban...a lo peor no le gustaba yo. Pero no, seguro que todo lo que le llevaba le iba a gustar y rogaba a todos los Dioses que yo tambien le gustara, porque yo estaba segura de que él era el hijo que llevaba tiempo esperando.
Tuvieron que pasar tres días para poder abrazarlo y pese al cansancio del viaje y los nervios, recuerdo su cuerpo abrazado al mio como si fuera hoy mismo. El hizo lo mismo que yo, me olió y me abrazó. Y así estuvo durante los tres días que pasamos en el Asilo de la Milagrosa. Parecía tener miedo a que si bajaba de mis brazos pudiera volver a dejarlo allí. No fue así, por supuesto.
Mi hijo ya lleva más de la mitad de su vida conmigo, en su nuevo país y con su nueva familia.
Muchas veces miramos los vídeos y las fotos de su álbum. Ese donde están foto a foto, los cuatro años que pasó con su familia del Asilo.
Lleva tiempo "novelando" su historia, añadiendo poco a poco detalles que se inventa a la realidad que yo le he ido contando. Su historia.
Es un niño extrovertido en apariencia y muy inseguro en el fondo.Poco a poco ha dejado esa mirada de adulto que trajo con él y no ha tenido ningún problema de integración en el cole ni en nuestro entorno.
Estos años han sido muy intensos, puede que por eso tengo la sensación de que siempre hemos estado juntos. No puedo imaginar mi vida sin él. Durante todo mi "embarazo" me aferré a una frase, la llegué a repetir como un mantra. Me alegra mucho ver que muchas familias la han hecho suya.No lo dudéis nunca:
"¡¡¡¡¡Algo bueno viene que tarda !!!!!!"
Concha, madre de Kyle.
Hoy 28 de Enero, hace cinco años que me encontraba preparando las maletas, con un nudo enorme en el estomago y todas mis ilusiones puestas en el que, sin duda, ha sido el viaje más importante de mi vida.
Hacía dos meses que sabía QUIEN era mi hijo. Había tenido que hacer unas cuantas copias de la única foto que me dieron de él, tanto llegué a besarla y manosearla. Miraba la maleta abierta con su ropita, los juguetes que había elegido para él y mi estómago se encogía pensando que a lo peor no le gustaban...a lo peor no le gustaba yo. Pero no, seguro que todo lo que le llevaba le iba a gustar y rogaba a todos los Dioses que yo tambien le gustara, porque yo estaba segura de que él era el hijo que llevaba tiempo esperando.
Tuvieron que pasar tres días para poder abrazarlo y pese al cansancio del viaje y los nervios, recuerdo su cuerpo abrazado al mio como si fuera hoy mismo. El hizo lo mismo que yo, me olió y me abrazó. Y así estuvo durante los tres días que pasamos en el Asilo de la Milagrosa. Parecía tener miedo a que si bajaba de mis brazos pudiera volver a dejarlo allí. No fue así, por supuesto.
Mi hijo ya lleva más de la mitad de su vida conmigo, en su nuevo país y con su nueva familia.
Muchas veces miramos los vídeos y las fotos de su álbum. Ese donde están foto a foto, los cuatro años que pasó con su familia del Asilo.
Lleva tiempo "novelando" su historia, añadiendo poco a poco detalles que se inventa a la realidad que yo le he ido contando. Su historia.
Es un niño extrovertido en apariencia y muy inseguro en el fondo.Poco a poco ha dejado esa mirada de adulto que trajo con él y no ha tenido ningún problema de integración en el cole ni en nuestro entorno.
Estos años han sido muy intensos, puede que por eso tengo la sensación de que siempre hemos estado juntos. No puedo imaginar mi vida sin él. Durante todo mi "embarazo" me aferré a una frase, la llegué a repetir como un mantra. Me alegra mucho ver que muchas familias la han hecho suya.No lo dudéis nunca:
"¡¡¡¡¡Algo bueno viene que tarda !!!!!!"
Concha, madre de Kyle.
Etiquetas: testimonios