martes, 16 de marzo de 2010
Juan Gaisse Fariña, Presidente de la Asociación Gallega de Ayuda a la Adopción (Manaia)



"Para los niños lo normal es ser diferentes, lo que afianza una sociedad más tolerante"
"Es un error considerar la adopción como un acto humanitario y de solidaridad"


Habla abiertamente de su experiencia como padre adoptante y quiere huir de tópicos y frivolidades en torno a este tema porque “la adopción es un asunto muy bonito del que se puede hablar en clave positiva”. El abogado Juan Gaisse Fariña preside la Asociación Gallega de Ayuda a la Adopción (Manaia), un colectivo que surgió en 2006 con el objetivo de ser un punto de encuentro cercano, de opinión, información y apoyo para todas aquellas personas que hayan realizado o estén emprendiendo el camino de la adopción desde Galicia. Es padre de una niña de origen chino.


–Quiere huir de tópicos y frivolidades. ¿A qué se refiere?

–Uno frecuente, y que está tristemente muy de moda, es confundir la adopción con la solidaridad. A los padres adoptantes se nos mira como personas que hacen un acto humanitario al acoger a una persona necesitada. Pero adoptar no es un acto de solidaridad, sino una vía para ser madre o padre alternativa a la biológica. Es cierto que indirectamente produce un efecto humanitario al hacerse cargo de una criatura que está sin familia, pero las necesidades de un niño abandonado se completan con las ansias de otros por ser padres.


–¿Cuáles son las principales necesidades de estos niños?

–Los niños con alguna dolencia sí, de ahí que ya se les califique como niños con necesidades especiales. Pero es erróneo pensar que por ser adoptados necesitan un trato especial. A veces pensamos que no estamos preparados para hacernos cargo, por ejemplo, de un niño enfermo, pero es un planteamiento equivocado. Si tenemos un hijo biológico enfermo lo cuidaremos, entonces ¿por qué pensamos que no estamos capacitados para educarlo?


–Algunas familias ocultan a sus hijos su condición de adoptados. ¿Es recomendable decirle a los niños que no son biológicos?

–Es lo correcto y además es obligatorio y está regulado por ley revelar su condición de adoptado. Tarde o temprano se van a dar cuenta, sobre todo si pertenecen a otra etnia y tienen rasgos diferentes. Cuando, por algún motivo, se les exija una partida de nacimiento, descubrirán que son adoptados, y en ese caso se llevarían una gran decepción porque se sentirán engañados. Hay un hecho que no se puede negar, y es que una persona adoptada lo será toda su vida. A los tres o cuatro años parece irrelevante, pero en la adolescencia surgen cuestiones como su origen o las causas del abandono de su familia biológica. No suele ser un problema, pero los padres deben estar preparados para darles una respuesta adecuada. Lo correcto es tocar el tema con normalidad para que asuma su condición de adoptado y no afecte a su relación o vínculo con los padres.


–¿Lo asumen correctamente?

–Sí, porque además se refuerza el vínculo entre padre e hijo. Los niños verán su adopción como un acto positivo y siempre se generarán sentimientos positivos hacia el progenitor. Las familias cada vez tenemos más formación e incluso hay libros para contar su historia en forma de cuento. Los niños van a tener una actitud colaboradora para que la adopción salga bien.


–¿Se adaptan bien los niños a la sociedad gallega?

–Se adaptan mucho mejor que los adultos. Si el niño tiene cierta edad y viene de un país en el que se habla otra lengua, el cambio es radical. Además, el paisaje, el confort, el clima, los olores, las caras y el aspecto suponen un cambio muy brusco, pero la experiencia me dice que los niños lo toleran muy bien. Quizá sean los adultos los que estamos menos educados para la adopción internacional.


–¿La convivencia de diferentes razas llevará a una sociedad más tolerante?

–Los niños salvan las distintas razas y para ellos lo normal es ser diferentes, lo que afianza una sociedad más tolerante. Si alguien establece un trato diferente con esas personas está cometiendo un error. Además, no soy partidario de hablar de razas como algo diferenciador.


–¿Qué lleva a una familia a optar por la adopción?

–El deseo de crear o ampliar una familia, lo mismo que motiva la maternidad y la paternidad biológica. Resuelve un problema que tiene una familia.


–Tras lo sucedido en Haití la gente se ha interesado por estos niños. ¿Por qué surge este interés después de la catástrofe?

–En estos momentos está desaconsejado y prohibido adoptar niños que procedan de países en conflicto bélico o catástrofe natural. Después de lo ocurrido lo lógico es darle una familia a esos menores, pero esa situación de pobreza ya se daba antes de todo esto y en ese país había un alto índice de niños abandonados. La gente debería haberse dado cuenta de esta situación antes.

FarodeVigo.es



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Enrique Campoamor a las 10:18 a. m. | Permalink |


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