miércoles, 22 de septiembre de 2010
Adolescencia adoptiva



Para los hijos adoptivos la adolescencia es una etapa de conflictos. Conflictos propios de la edad y conflictos por su condición de adoptados.

La adolescencia es la etapa en la que se debe elaborar el duelo por la pérdida del cuerpo de la infancia, que en esta etapa cambia y se vuelve diferente.

En el caso de los adoptivos, este cambio suele generar angustias y ansiedades ya que no disponen de parámetros para saber cómo podrá ser el nuevo, ya que por desconocer datos sobre su familia biológica no pueden imaginar si serán gruesos o delgados, altos o bajos.

Deberán elaborar el duelo por la pérdida de los padres de la infancia, omnipotentes y todopoderosos, para intentar establecer vínculos adultos con ellos, como todos los adolescentes. Y, al mismo tiempo deberán elaborar el duelo por la pérdida de su origen; y el duelo por sus padres biológicos, a quienes probablemente no conocieron, pero que en muchas ocasiones habrá imaginado o fantaseado.

Una particularidad característica de los adoptados es que desde el momento de su ingreso a la familia adoptiva deben asumir una vida diferente a la que hubieran podido tener de haber permanecido con sus progenitores.

Generalmente, los jóvenes adoptivos tienen la fantasía de haber sido robados a mujeres importantes o hermosas contra su voluntad, y dejan volar su imaginación sobre la vida que hubieran podido llevar con ellas.

Se genera de esta manera la búsqueda de información tratando de lograr respuesta a muchas preguntas que le permitirán elaborar estos duelos.

Todas las personas han nacido como producto de la unión entre un hombre y una mujer, pero estos jóvenes no han nacido de la unión de quienes son sus padres, y quienes se han unido para que naciera no son sus padres.

De alguna manera, se sienten producto de un desafío: lo han concebido sin permiso social; desafiando las normas lo han entregado en adopción a unos nuevos padres, quienes a su vez desafiaron la esterilidad por medio de la adopción.

Para el adolescente, ser hijo de los padres adoptivos no excluye ser hijo de los padres biológicos, y viceversa.

La adolescencia de los adoptados es una etapa de confusión, acompañada por la sombra de los ausentes, en busca de una nueva lógica para procesar la información que se les impone o las ideas que sólo ahora son capaces de pensar.

Diferente es la búsqueda de información en la edad adulta frente a una complicación en el transcurso de un embarazo o la detección de una enfermedad con clara predisposición hereditaria, en donde el desconocimiento de antecedentes familiares abre un espacio de dudas e interrogantes.

La demanda de información responde a la necesidad de conocer esta parte de su historia de la que fueron desposeídos.

Es una etapa especialmente necesitada de contención, limites, diálogo y mucha paciencia.

Es una etapa de la familia adoptiva en que padres e hijos pueden, superando los temores y malestares que los angustian, fortalecer los vínculos que los unen.
Adolescencia adoptiva

Para los hijos adoptivos la adolescencia es una etapa de conflictos. Conflictos propios de la edad y conflictos por su condición de adoptados.

La adolescencia es la etapa en la que se debe elaborar el duelo por la pérdida del cuerpo de la infancia, que en esta etapa cambia y se vuelve diferente.

En el caso de los adoptivos, este cambio suele generar angustias y ansiedades ya que no disponen de parámetros para saber cómo podrá ser el nuevo, ya que por desconocer datos sobre su familia biológica no pueden imaginar si serán gruesos o delgados, altos o bajos.

Deberán elaborar el duelo por la pérdida de los padres de la infancia, omnipotentes y todopoderosos, para intentar establecer vínculos adultos con ellos, como todos los adolescentes. Y, al mismo tiempo deberán elaborar el duelo por la pérdida de su origen; y el duelo por sus padres biológicos, a quienes probablemente no conocieron, pero que en muchas ocasiones habrá imaginado o fantaseado.

Una particularidad característica de los adoptados es que desde el momento de su ingreso a la familia adoptiva deben asumir una vida diferente a la que hubieran podido tener de haber permanecido con sus progenitores.

Generalmente, los jóvenes adoptivos tienen la fantasía de haber sido robados a mujeres importantes o hermosas contra su voluntad, y dejan volar su imaginación sobre la vida que hubieran podido llevar con ellas.

Se genera de esta manera la búsqueda de información tratando de lograr respuesta a muchas preguntas que le permitirán elaborar estos duelos.

Todas las personas han nacido como producto de la unión entre un hombre y una mujer, pero estos jóvenes no han nacido de la unión de quienes son sus padres, y quienes se han unido para que naciera no son sus padres.

De alguna manera, se sienten producto de un desafío: lo han concebido sin permiso social; desafiando las normas lo han entregado en adopción a unos nuevos padres, quienes a su vez desafiaron la esterilidad por medio de la adopción.

Para el adolescente, ser hijo de los padres adoptivos no excluye ser hijo de los padres biológicos, y viceversa.

La adolescencia de los adoptados es una etapa de confusión, acompañada por la sombra de los ausentes, en busca de una nueva lógica para procesar la información que se les impone o las ideas que sólo ahora son capaces de pensar.

Diferente es la búsqueda de información en la edad adulta frente a una complicación en el transcurso de un embarazo o la detección de una enfermedad con clara predisposición hereditaria, en donde el desconocimiento de antecedentes familiares

abre un espacio de dudas e interrogantes.

La demanda de información responde a la necesidad de conocer esta parte de su historia de la que fueron desposeídos.

Es una etapa especialmente necesitada de contención, limites, diálogo y mucha paciencia.

Es una etapa de la familia adoptiva en que padres e hijos pueden, superando los temores y malestares que los angustian, fortalecer los vínculos que los unen.


Adoptantis.org






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Enrique Campoamor a las 12:16 p. m. | Permalink |


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