La cifra de muertos a causa de las intensas lluvias que han caído en Filipinas entre el 1 y el 21 de enero de 2011 y de los desastres naturales derivados (inundaciones y deslizamientos de tierra) aumentó a 73, con 23 personas dadas por desaparecidas, según los últimos datos oficiales del Consejo Nacional para la Reducción del Riesgo y Gestión de Desastres (NDRRMC).

Entre las nuevas víctimas mortales, al menos tres son pescadores dados por desaparecidos anteriormente y cuyos cuerpos fueron localizados en las pasadas jornadas.

El número de afectados por los desastres fue de 1.876.510 personas de 25 provincias del sur de Luzón, de Visayas y del norte y este de Mindanao, mientras que se calcula que los daños a la agricultura, las infraestructuras y a la propiedad privada alcanzó los 1.785.211.394 pesos (unos 40 millones de dólares).

Las autoridades han detectado al menos dos brotes de diarrea, en las provincias de Camarines del Sur, con 250 casos, y en la provincia de Siquijor, con 21 enfermos, causados por el consumo de agua contaminada. Las epidemias parecen estar bajo control al no detectarse nuevos casos desde el pasado viernes.

Las continuas lluvias han sido traídas por el monzón del noreste, y la presencia del extremo de un frente frío, que junto con el fenómeno atmosférico de La Niña, ha contribuido a intensificar las precipitaciones el algunas regiones del país, mientras que ha favorecido lluvias en zonas que deberían estar en su estación seca.

Newel Carlet
E-Dyario.com