miércoles, 26 de septiembre de 2007
Acusado de estafa el fundador de una asociación gallega de Adopción


Cobraba a parejas del colectivo por obras que no hacía, según la imputación

El fundador y ex presidente de la Asociación Galega "a Prol da Adopción (Agapa)", J.?A.?C., fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial de Lugo como presunto autor de un delito de estafa. Según el fiscal, aprovechó su relación con varias parejas que formaban parte del colectivo, a las que se presentó como un empresario de gran poderío económico. De este modo, consiguió que le adjudicaran la construcción o la reforma de viviendas -obras que no llegó a ejecutar en su totalidad- y se quedó con el dinero que le habían entregado previamente y que asciende a más de 80.000 euros, según la acusación pública. El procesado negó que las presuntas víctimas tuviesen relación con la asociación y señaló que había sido víctima de una extorsión. «A mi juicio -declaró- una o dos personas se asustaron y se confundieron. Un asunto mercantil lo mezclaron con la adopción».

El imputado es vecino de Nigrán. Fundó en el 2001 la citada asociación, en la que llegó a desempeñar el cargo de presidente. Dice el fiscal que dentro del colectivo entabló relaciones de confianza y amistad, muy personales, con otros miembros «por ser la adopción de niños un tema tan íntimo y delicado». El procesado, según la acusación, era consciente de las situaciones familiares de las personas presuntamente estafadas «y de las esperanzas que albergaban».

J.?A.?C. se presentaba como un empresario solvente, «hablando de su pujante actividad empresarial y el poderío económico de sus empresas». Sin embargo, explicó el fiscal, estas manifestaciones eran para engañar porque las dos empresas que tenía se encontraban en estado económico penoso, «el cual hacía imposible que acometieran cualquier actividad empresarial».

En el año 2001 supo que una pareja quería construir una casa en A Mariña, concretamente en Benquerencia, y se ofreció para hacer la obra por un coste inferior al presupuestado. Los promotores accedieron y le hicieron un primer pago de 15.025 euros y posteriormente otros más hasta llegar a 53.377. El acusado empezó las obras para dar apariencia de normalidad, según el fiscal, pero no pagó ni a los trabajadores ni a los suministradores de material. En el 2002 hizo lo mismo con una pareja que pretendía construir una casa en Oscos-Asturias. Los afectados entregaron 78.316 euros y la obra quedó paralizada por las mismas razones que la anterior.

Ese mismo año supo que otra pareja iba a realizar obras de reforma en una casa de Peiteiros (Gondomar). Ya tenían presupuesto de otra empresa, pero el acusado, según el fiscal, se ofreció a hacer el trabajo por el mismo precio. Le dieron 12.000 euros, pero consiguieron que les devolviera 9.000. También supuestamente resultó estafado un trabajador social de la asociación que pagó 6.000 euros por hacer una reforma en su piso de Vigo.

LaVozdeGalicia.es



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Enrique Campoamor a las 9:13 a. m. | Permalink |


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