Las Fuerzas Armadas filipinas redoblaron ayer el despliegue de tropas en Manila después que seis oficiales fueran relevados de sus mandos por su vinculación con un presunto golpe militar.

El diario The Manila Times informa que casi 700 soldados de élite se sumaron a las unidades que desde hace dos días están apostados en puntos clave de la ciudad.

Cita a su vez al general Hermogenes Esperon, jefe del estado mayor conjunto, quien dijo que sin embargo no hay amenaza eminente.

Esperon rehusó ofrecer la identidad de los oficiales jóvenes que fueron relevados o reasignados a otros puestos.

El periódico señala además que la comandancia castrense también investiga un posible participación de civiles y políticos en el reclutamiento de militares para el complot.

El jefe militar de todas formas insistió en que está seguro que los "desestabilizadores hasta ahora no han tenido éxito".

Admitió, no obstante, que tres compañías de soldados fueron trasladadas desde zonas rurales, aunque evadió indicar si desplegaría más.

Sobre ese movimiento de tropas, Esperon dijo que lo "necesitamos por si acaso".

El secretario de Defensa Gilbert Teodoro señaló que fue reforzada la seguridad en torno a las prisiones donde están encarcelados los oficiales acusados en el pasado de participar en actividades golpistas y esperan ir a juicio.

The Manila Times recuerda que la presidenta Gloria Macagapal Arroyo logró sobrevivir dos intentonas para derrocarla en 2003 y 2006.

El pasado año 30 oficiales, incluido dos generales, fueron arrestados, y en 2003 una docena.

El diario afirma que Macagapal Arroyo sufre de una baja popularidad debido a sus imputaciones de corrupción, en tanto la oposición sostiene que hizo trampas para ganar las elecciones de mayo de 2004.

PrensaLatina.cu