La población de Filipinas aumentó un 16 por ciento en los últimos ocho años y alcanzará los 92,22 millones en 2009 en un país donde una de cada tres personas viven por debajo del umbral de la pobreza.

El director general de la Autoridad Nacional para el Desarrollo Económico, Augusto Santos, anunció hoy que el mayor número de habitantes significará 'más bocas que alimentar' y criticó al Gobierno por carecer de una política de planificación familiar y por promocionar la procreación, por motivos religiosos.

La Iglesia católica cuenta con una gran autoridad en esta nación de mayoría cristiana, por lo que las autoridades no se atreven a fomentar el uso de medidas anticonceptivas para controlar la natalidad.

La población de Filipinas creció más que las de sus vecinos asiáticos, pues en los últimos cinco años, la de Malasia aumentó un 2,1 por ciento, la de Vietnam un 1,4 por ciento y la de Indonesia un 1,3 por ciento.

Por otra parte, el aumento del precio de los combustibles y sobre todo del arroz, el alimento más consumido en el país, pondrá todavía más presión sobre los pobres, que malviven en chabolas y tienen dificultades para alimentar todos los días a sus numerosas familias.

Santos estimó que 92,2 millones de filipinos consumirán en 2009 9,75 millones de toneladas de arroz.

Filipinas, el mayor importador mundial del grano, planea adquirir este año 2,2 millones de toneladas, la mayor cifra en los últimos diez años, a pesar de que el país produce el 90 por ciento de lo que consume.

La inflación amenaza con crear problemas de abastecimiento de arroz en Asia, donde es un alimento básico y casi el único con que se alimentan cientos de miles de familias pobres.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió recientemente de que el aumento de los precios de los alimentos ha alcanzado 'proporciones de emergencia' y que si la tendencia sigue así, provocará el estallido de conflictos sociales y guerras.