lunes, 9 de junio de 2008
Filipinas prohíbe los trasplantes de riñón a extranjeros


El Gobierno de Filipinas ha prohibido el trasplante de riñones a extranjeros en un intento destinado a poner fin al creciente tráfico ilegal de órganos humanos, indicaron las autoridades filipinas

Cerca de medio millar de extranjeros abandonan cada año Filipinas con renovadas esperanzas de vida, después de recibir un riñón donado por algún filipino, en muchos casos a cambio de dinero.

El secretario de Sanidad, Francisco Duque, indicó en rueda de prensa, que la medida entrará en vigor a mediados del próximo mayo y que, a partir de entonces, únicamente podrán solicitar un trasplante de riñón aquellos extranjeros que vayan a recibir el órgano de un donante con el tenga relación familiar probada.

Duque señaló que la medida persigue proteger a los filipinos más pobres, a menudo víctimas de las bandas locales dedicadas a la compra y venta de órganos humanos.

Filipinas, un país con unos 24 millones de pobres que subsisten con menos de un dólar al día en gigantes barrios de chabolas, es un buen lugar para los desaprensivos que sacan partido de la desesperación que lleva anualmente a decenas de filipinos a vender un riñón para mejorar sus condiciones de vida.

En el mercado negro filipino, por un riñón se pagan, por lo general, de 70.000 pesos a 120.000 pesos (de 1.750 a 3.000 dólares), una cantidad respetable para un filipino con familia numerosa que, por descargar fardos en el muelle, ganará en un año mucho menos que eso.

'Los pobres son siempre quienes terminan por ser víctimas del abuso, y como la venta de órganos humanos es condenable, nosotros la vamos a parar', apuntó el secretario de Sanidad.

En diciembre, el influyente Consejo de Obispos de Filipinas denunció el creciente tráfico de órganos humanos, que calificó de 'inmoral y explotador hasta la grosería', y pidió al Gobierno de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo que tomara cartas en el asunto para acabar con esa práctica prohibida desde hace 17 años.

La prohibición ha sido acogida con escepticismo por los expertos del sector de la Sanidad y grupos locales comprometidos con la defensa de los derechos humanos, que critican la activa campaña de promoción que el Gobierno hace en el extranjero del llamado 'turismo médico'.

Según el Ministerio de Sanidad, la mayor parte de los extranjeros que viajan a Filipinas para que se les trasplante un riñón, proceden de China, Pakistán y países de Oriente Medio.



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Enrique Campoamor a las 9:44 a. m. | Permalink |


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