Hace mucho que no escribo pero supongo que ya sabéis lo que es tener un niño. El viaje y la estancia en Filipinas para buscar a Chary fueron muy buenos. Después de leer tantas cosas sobre el primer encuentro no sabíamos como nos iría a recibir la niña, supongo que nunca te puedes imaginar la realidad y puedo asegurarte que fue duro, tanto para ella como para nosotros, la pobrecita no paró de llorar en todo el rato que estuvimos en el orfanato, pero después tengo que reconocer que se colgó de mi cuello y ya no me soltó. La adaptación ha sido maravillosa, su primera sonrisa la vimos al día siguiente y enseguida se puso a jugar con las ceras de colores que la habíamos llevado. En fin, ha sido una experiencia muy buena que esperamos repetir.



No te imaginas lo risueña y cariñosa que es, se pasa el día dándote besos y abrazos. Al principio, cuando conoce a alguien se muestra muy tímida, pero como le des un poco de confianza estas perdido. En la guardería es una líder nata, todo los niños conocen su nombre y juega con todos como si hubiera estado con ellos toda la vida.

Un beso,

Pedro y Amelia