lunes, 27 de abril de 2009
«Nadie tiene derecho a adoptar porque prevalece el interés del niño»


Rosa Moliner (Jurista experta en adopciones) considera que se está logrando el objetivo de la integración familiar, escolar y social. «Sólo el 1,5% de los casos fracasa»

Se muestra optimista, porque considera que se está logrando el objetivo de la adopción. «La integración familiar y escolar es casi absoluta y eso lleva a la integración social», explica Rosa Moliner, profesora de Derecho Civil de la Universidad de Valencia. La experta en adopción participó ayer en el séptimo seminario de educación con inmigrantes en la UPV.

- Ha planteado la adopción como un derecho de los menores, más que de los adoptantes.

- Siempre insisto en que no hay derecho a adoptar por parte de los padres. A lo único que tienen derecho es a someterse a un proceso de idoneidad, y si se da el caso y además reúnen los requisitos de los países de origen, a que se les asigne un menor. Precisamente por la prevalencia del interés superior del menor, el derecho de los padres es inexistente. Pueden tener expectativas, estar decididos a someterse al proceso que corresponda, pero derecho no tienen ninguno hasta el momento en que se constituye la adopción. Nadie tenemos derecho a adoptar.

- Es probable que las personas que están inmersas en largos procesos de adopción se pregunten si no es mejor que esos menores estén con una familia dispuesta a cuidarles y a quererles a que vivan en un orfanato, por ejemplo.

- Posiblemente así sea. Lo más probable, efectivamente, es que ese menor donde mejor esté sea con esos padres y madres. Pero no son ellos quién para decidirlo, sino la Administración por una parte, otorgándoles la idoneidad, y por otra el país de origen del menor, que reclama los requisitos que considere oportunos. Hay que ser muy garante y hay procesos de control de postadopción por distintos organismos.

- Muchos padres adoptantes se quejan de las trabas que tienen que superar en un proceso que consideran interminable.

- El derecho implica garantías, y la garantía hace que los procesos sean siempre más lentos. Efectivamente, mucha gente se queja de las trabas previas y posteriores, pero no hay que olvidar que estamos 'jugando' con cosas muy importantes, tenemos entre manos vidas humanas y la crianza de un hijo es una cuestión muy importante.

- ¿Cuál es la tasa de adopciones que no se resuelve satisfactoriamente? ¿Se puede hablar de fracaso?

- Creo que se debe hablar de fracaso. Aunque hay que subrayar que la realidad es bastante positiva. Según los datos de la Comunidad Valenciana, que son extrapolables a otras comunidades, un 1,5% de las adopciones fracasa, lo que significa que al niño se le deja en manos de la Administración correspondiente. Es exactamente igual que si abandonaras a un hijo biológico. Es verdad que hay que intervenir en otros casos, pero de la misma forma que se interviene en las familias con hijos biológicos: ¿cuántos niños van al psicólogo? ¿o tienen problemas de comportamiento? ¿o un aprendizaje más lento? Muchísimos. Es cierto que hay más intervenciones, pero fracaso como tal solo un 1,5%.

- ¿Las familias están suficientemente apoyadas en la postadopción?

- Creo que están bastante apoyadas. Está bien ser crítico con el sistema, y es correcto porque es provocador. Pero en este tema concreto creo que la adopción se está llevando de la mejor manera posible por parte de todas las administraciones autonómicas. De verdad considero que se está trabajando de manera muy seria.

- ¿Se puede superar ser abandonado más de una vez?

- Ese es el tema. Yo no soy psicóloga, pero parece que el segundo abandono es un drama. Hay niños supervivientes, pero un segundo abandono es prácticamente insuperable.

- Pero afortunadamente el primero no...

- En el primer abandono depende también de la edad de los niños, de su carácter, de cómo lo hayan vivido, de qué otras circunstancias han acompañado... Pero parece que se lleva relativamente bien porque se integran con facilidad. Pero también hay que tener en cuenta que un porcentaje altísimo es de bebés.

- ¿Cuanto más pequeño más fácil?

- Sí, aunque también hay matices. Porque hay quien dice que a partir de los 6 años la cosa es muy complicada, pero depende del niño. No se puede generalizar.

- ¿Una familia adoptante debe tener una preparación especial, más paciencia, que si fuese a tener un hijo biológico?

- Creo que no. Estoy sacando conclusiones de unas encuestas y hay datos interesantes: las familias con hijos adoptivos leen más cuentos. Pero esto no supone nada más que ganas y la dedicación que uno ya se ha mentalizado que tiene que proporcionar a los niños.

- ¿Qué le parecen las políticas restrictivas que están implantando algunos países y por las que han disminuido las solicitudes de adopción internacional?

- Es muy duro lo que voy a decir, pero esto es como todo, está la ley de la oferta y la demanda. Como ha habido muchas solicitudes y ven que pueden elegir, están poniendo más requisitos y algunos me parecen fuera de toda lógica. En China, por ejemplo, excluyen a personas con obesidad mórbida, han subido el umbral económico, han bajado el límite máximo de edad, no se permite adoptar a las familias monoparentales... Controlan más no sólo el tema económico, sino también el de salud. Se han endurecido mucho, a veces sin demasiado fundamento.

Ane Urdangarín
DiarioVasco.com


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