Al menos cinco personas han muerto y otras 37 resultaron heridas hoy tras estallar una bomba junto a la catedral católica de la ciudad de Cotabato, a unos 920 kilómetros al sureste de Manila, en la isla de Mindanao.

Dos de las víctimas mortales, un comerciante y una persona supuestamente con problemas mentales, fallecieron en el lugar de los hechos, mientras que los otros tres, incluido un estudiante de 15 años, murieron en el camino o en los ambulatorios a donde se trasladaron los heridos.

El alcalde de Cotabato, Muslimin Sema, señaló a los periodistas que dos personas fueron arrestadas minutos después del atentado por agentes del la Brigada Tugis, del Ejército. Sema añadió que uno de ellos, un hombre filipino, está bajo custodia de la Policía de Cotabato mientras continúa la investigación.

La bomba estaba colocada debajo de un puesto callejero que vendía lechón, cuyo dueño es una de las víctimas mortales, pegado a la catedral de la Inmaculada Concepción y explotó sobre las 08.40 hora local (00.40 GMT).

La misa, la segunda de la mañana, estaba previsto que terminase unos cinco minutos más tarde y que los feligreses abandonasen el templo. "Me encontraba junto a la entrada de la catedral. (La explosión) fue un estruendo. Vi a personas corriendo hacia el altar", declaró Susan Sandoval a los medios filipinos.

Ninguno de los grupos armados que operan en el sur de Filipinas, entre los que destacan el comunista Nuevo Ejército del Pueblo y los separatistas Abu Sayyaf y Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), ha reclamado la autoría del atentado.

Anoche, tres personas resultaron heridas al estallar un mortero de 60 milímetros en la aldea de Datu Piang, en la provincia de Maguindanao, próximo a Cotabato, y fue hallado intacto otro de 81 milímetros en el mismo lugar.