miércoles, 29 de julio de 2009
Miles de filipinos protestan contra su presidenta Gloria Arroyo frente al Parlamento
Entre 3.000 y 10.000 filipinos se manifiestan contra la presidenta del Gobierno, Gloria Macapagal Arroyo, en los alrededores del Parlamento, donde se celebró el último debate sobre el estado de la nación de su mandato el pasado lunes.
La oposición acusa a Arroyo de querer aferrarse al poder, más allá de los ocho años que permite la ley fundamental, mediante la reforma constitucional llevada a cabo por la mandataria a finales de 2008. Sus retractores temen que podría declarar la ley marcial como hizo en 1972 el dictador Ferdinand Marcos.
Pese al carácter pacífico de las protestas, ocho militares vestidos de paisano han sido atacados por los manifestantes al grito de "espías" y han tenido que ser hospitalizados.
Por su parte, la presidenta ha reiterado durante su discurso en el Parlamento que no tiene intención alguna de continuar en el poder más allá del término de su mandato legal en 2010.
Alerta máxima
La capital se encuentra en alerta máxima de seguridad y se han suspendido las clases en colegios e institutos; mientras unos 5.000 policías y 900 militares vigilan los alrededores de la cámara, situada en Quezon City, una de las ciudades que conforman la metrópolis de la Gran Manila.
La presidenta goza actualmente de unos bajos índices de popularidad, tras incumplir sus promesas de acabar la corrupción y el hambre, que actualmente afecta a una de cada cinco familias filipinas, según un estudio publicado este lunes.
Con motivo del debate sobre el estado de la nación, la prensa ha publicado en los últimos días minuciosos análisis sobre los escándalos que han salpicado el mandato de la presidenta; y poderosos sectores, como la Iglesia, le han pedido que renuncie a sus intentos de mantenerse en la jefatura del Gobierno.
Un tercio de los 90 millones de personas que conforman la población del país vive con menos de dos dólares al día, mientras 3.000 personas abandonan cada jornada el archipiélago en busca de un futuro mejor en el extranjero. Diez millones de emigrantes filipinos viven lejos de sus familias.
Asimismo, el país se ha convertido en el tercero más peligroso para los periodistas después de Irak y Afganistán, ya que recientemente un comentarista radiofónico ha sido asesinado. Desde 2001 se han producido 66 homicidios de informadores, según datos de la Unión Nacional de Periodistas.
Arroyo, que lleva casi nueve años en la presidencia desde 2001, ha superado cuatro intentos de golpes de estado y otros cuatro procesos de destitución.
La oposición acusa a Arroyo de querer aferrarse al poder, más allá de los ocho años que permite la ley fundamental, mediante la reforma constitucional llevada a cabo por la mandataria a finales de 2008. Sus retractores temen que podría declarar la ley marcial como hizo en 1972 el dictador Ferdinand Marcos.
Pese al carácter pacífico de las protestas, ocho militares vestidos de paisano han sido atacados por los manifestantes al grito de "espías" y han tenido que ser hospitalizados.
Por su parte, la presidenta ha reiterado durante su discurso en el Parlamento que no tiene intención alguna de continuar en el poder más allá del término de su mandato legal en 2010.
Alerta máxima
La capital se encuentra en alerta máxima de seguridad y se han suspendido las clases en colegios e institutos; mientras unos 5.000 policías y 900 militares vigilan los alrededores de la cámara, situada en Quezon City, una de las ciudades que conforman la metrópolis de la Gran Manila.
La presidenta goza actualmente de unos bajos índices de popularidad, tras incumplir sus promesas de acabar la corrupción y el hambre, que actualmente afecta a una de cada cinco familias filipinas, según un estudio publicado este lunes.
Con motivo del debate sobre el estado de la nación, la prensa ha publicado en los últimos días minuciosos análisis sobre los escándalos que han salpicado el mandato de la presidenta; y poderosos sectores, como la Iglesia, le han pedido que renuncie a sus intentos de mantenerse en la jefatura del Gobierno.
Un tercio de los 90 millones de personas que conforman la población del país vive con menos de dos dólares al día, mientras 3.000 personas abandonan cada jornada el archipiélago en busca de un futuro mejor en el extranjero. Diez millones de emigrantes filipinos viven lejos de sus familias.
Asimismo, el país se ha convertido en el tercero más peligroso para los periodistas después de Irak y Afganistán, ya que recientemente un comentarista radiofónico ha sido asesinado. Desde 2001 se han producido 66 homicidios de informadores, según datos de la Unión Nacional de Periodistas.
Arroyo, que lleva casi nueve años en la presidencia desde 2001, ha superado cuatro intentos de golpes de estado y otros cuatro procesos de destitución.
Etiquetas: noticas de actualidad