lunes, 2 de julio de 2007
Senadores de Filipinas en Ordizia (Tolosa)


Delegación filipina en Ordizia


Una delegación, formada por varios senadores filipinos y el embajador, visitó ayer la localidad, teniendo a Andrés de Urdaneta como nexo entre ambos pueblos

Poco después de la 1 de la tarde de ayer, llegaba al municipio una delegación filipina, compuesta, en esta ocasión, por varios senadores, a cuyo frente se encontraba Edgardo J. Angara, así como el embajador de aquel país en Madrid, Joseph D. Bernardo y Medina, más dos de los senadores en Madrid, miembros de la Delegación en el Senado del Grupo de Amistad con el Senado de Filipinas, Ramón Companys y Xabier Albistur.

Tras la bienvenida y foto de rigor junto a la estatua de Urdaneta, en la que también posaron varios miembros de la actual corporación, la comitiva en la que también se encontraban las esposas de los senadores y varios miembros de la embajada, se encaminó hacia el Ayuntamiento, donde en el salón de plenos, en el que sin duda era su primer acto protocolario, el recién elegido alcalde, José Miguel Santamaría les dirigió unas palabras de salutación.

De entrada, el alcalde, en un tagalo que aplaudieron los insulares, les dio la bienvenida diciendo: «Magandang umaga, mabuhay». Seguidamente en euskera, expresó que era un honor tenerles entre nosotros y agradeció, especialmente, la presencia de Edgardo J. Angara, presidente, a su vez, del Grupo de Amistad Filipino con el Senado de España.

Bienvenida en euskera les dijo, «lengua de Andrés de Urdaneta».

Ya en castellano y aprovechando la traducción simultánea que al inglés hacía Marc. R. De Borja, primer secretario y cónsul de la embajada en Madrid, Santamaría insistió en que es precisamente el marino, astrónomo y humanista, Andrés Urdaneta, del que conmemoramos el quinto centenario de su nacimiento, el que sigue siendo el nexo de unión entre ambos pueblos.

Tras aludir a Urdaneta, como nuestro primer diplomático, al que gracias a él estamos presentes en Filipinas, José Miguel Santamaría les recordó que la calle por la que habían entrado al municipio es la calle Filipinas, a cuyo término se encuentra la estatua levantada en recuerdo a fray Andrés de Urdaneta.

Respecto a las alusiones a Filipinas que persisten en el municipio, el alcalde les expuso que la casi cinco veces centenaria Cofradía de Santa Ana, celebra su baile anual, la eskudantza de santaneros, mostrando por parte de las mujeres que participan, mantones de Manila, uno de los cuales se podía ver en la sala.

El alcalde insistió en que el propósito del municipio es aprovechar la conmemoración del nacimiento de Urdaneta para reivindicar la figura del personaje y estrechar lazos tanto con Filipinas como con Mexico.

José Miguel Santamaría no quiso dejar pasar la oportunidad y explicó a la delegación filipina que un matrimonio de Ordizia lleva cuatro años intentando adoptar un niño o niña de su país, decisión por la que se inclinaron les dijo, «debido a ese vínculo y relación que nos une». Cuatro años que todavía no habían dado sus frutos por lo que les pedía intercediesen para agilizar el proceso.

Esencia comercial

Edgardo J. Angara hizo uso de la palabra para destacar que «somos la versión moderna de Urdaneta, quien abrió la ruta comercial, añadió, entre oriente y occidente, desde Manila a Acapulco y España, lo que consideramos como la instauración del comercio global».

Ordizia prosiguió, «sigue siendo sinónimo de comercio, de plaza, de feria. El término Villafranca, indicó, alude a ciudad libre para poder comerciar. A nosotros nos interesan esos rasgos comerciales y culturales».

Angara, a su vez ex rector de la Universidad de Filipinas, insistió en que Urdaneta sigue siendo una figura conocida en su país, y que muchas localidades llevan su nombre. La más grande, subrayó, también cuenta con un marcado carácter comercial.

Tras su satisfacción y agradecimiento por el trato recibido brindó por poder ejercer de anfitrión en la que espera sea una devolución de la visita de una delegación ordiziarra a Filipinas.

A continuación tuvo lugar el intercambio de regalos. La delegación filipina hizo entrega de un caparazón, trabajado, de una caracola de mar, en alusión a la configuración como archipiélago de la nación Filipina.

El alcalde les hacía entrega de una placa que reproduce y sintetiza la estampa de la Plaza a la que acompañaba una placa en la que se leía: «El Ayuntamiento de Ordizia a la delegación del Senado de la República de Filipinas, con motivo de su visita, 30-6-2007».

DiarioVasco.com


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Enrique Campoamor a las 3:44 p. m. | Permalink |


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