jueves, 19 de febrero de 2009
Ven a Filipinas
A Filipinas se la conoce como la Sonrisa de Asia y sus habitantes son simpáticos y serviciales. Además, el transporte es económico; la comida, de calidad y la oferta de alojamiento, amplia.
Filipinas está formada por 7.109 islas situadas en la parte oeste del océano Pacífico, de las que sólo dos mil están habitadas. Luzón y Mindanao son, con diferencia, las de mayor extensión, y suman aproximadamente el 66% de su superficie. Sólo unas mil islas superan el kilómetro cuadrado y unas dos mil quinientas ni siquiera tienen nombre. Los países más cercanos a Filipinas son Taiwán al Norte, Malaisia oriental y Brunei al Suroeste, e Indonesia al Sur.
El clima en filipinas es caluroso y húmedo durante todo el año. El archipiélago carece de un patrón climático pero, a grandes rasgos, se puede dividir en la estación seca (de enero a junio) y la estación húmeda (de julio a diciembre). La temperatura media anual alcanza los 25°C.
Si quieres visitar el país la mejor época es de diciembre a mayo, que es la temporada baja de tifones. Durante las vacaciones de Navidad y Semana Santa aumenta la demanda y te sera un poco mas complicado encontrar billete, pero la pasaras igual de bien.
Si tuvieses la oportunidad de estar en alguna de estas fechas, las mas aconsejables serian, el día de Año Nuevo que se celebra con gran bullicio y fuegos artificiales, el 9 de enero se festeja la Procesión del Nazareno Negro, la mayor del país, en la que se pasea por las calles de Quiapo una estatua de Jesús de tamaño natural en madera negra, el martes de Carnaval filipino, el Ati-Atihan, se festeja durante tres días de la tercera semana de enero en Kalibo (isla de Panay), en el Viernes Santo proliferan las flagelaciones, especialmente populares en San Fernando y Antipolo, cerca de Manila, en mayo también se organizan otras procesiones, como la de las Flores de Mayo, en honor de la Virgen María y el 12 de junio se conmemora con desfiles militares el Día de la Independencia.
Banaue:Los espectaculares bancales donde se cultiva arroz en Banaue, al norte de Luzón, han sido descritos por muchos como la octava maravilla del mundo. Excavados en la ladera de una colina por la tribu de los ifugao hace dos o tres mil años, se extienden como escalones de piedra hacia el cielo, algunos hasta una altitud de 1.500 m.
Playas: La isla de Boracay, situada en el extremo noroeste de Panay, aparece con regularidad en las listas de mejores playas del mundo. Puerto Galera, en la isla de Mindoro, se ha convertido en el enclave ideal para disfrutar del sol. Puraran, en la isla de Catanduanes, junto a Luzón, ofrece también bellas playas, arrecifes y posibilidades para practicar el surf, pero las corrientes marinas pueden resultar peligrosas.
Otros puntos de interés: Repartidos por todo el archipiélago existen innumerables enclaves de gran belleza, como las colinas de Chocolate de Bohol (provincia de Visayas), el cráter del lago Taal, al sur de Manila, las cuevas funerarias de Sagada, a 18 km de Bontoc, la apacible ciudad portuaria de Cebú, donde Magallanes mandó erigir una cruz, marcando así el inicio de la cristiandad en Filipinas, y un total de cinco mil islas deshabitadas y aún por explorar.
Manila: Hay quienes consideran Manila tan sólo una ciudad de punto de acceso para otros destinos más interesantes. Ciudad de unos diez millones de habitantes. Las zonas menos urbanizadas suponen un gran atractivo para el viajero más aventurero, quienes permanecen un tiempo en la urbe descubren que la capital alberga algunos tesoros. Manila es una moderna metrópoli que presume de contar con unos bellos vestigios coloniales. Aquí tendrás los bares y lugares de entretenimiento que te mantendrán en forma y con ganas de seguir la diversión durante meses.
Islas remotas: Las islas al norte de Bohol están especialmente indicadas para los más aventureros, sobre todo Dibutonay, Maltatayoc y Horse, situadas en la bahía de Gutob, entre las islas de Culion y Busuanga. Las islas Batan, en el Norte, sorprendemente preservadas, se caracterizan por su difícil acceso. Además, ofrecen la posibilidad de visitar poblaciones remotas, donde se puede alojar en domicilios particulares.
Vigan: En el norte de Luzón, Vigan posee restos del espléndido legado arquitectónico español. Las estructuras coloniales se conservan en muy buen estado y conforman una atmósfera del siglo XVII de carácter único. La localidad cuenta con varios museos, dedicados a varios héroes nacionales que nacieron allí.
Viriato: En la isla de Samar, en las Visayan, se halla Viriato, población situada junto a una carretera costera con uno de los paisajes más bellos del país que discurre entre montañas, abruptos acantilados, apartadas islas y preciosas bahías repletas de barcas. En el pueblo también pueden admirarse unas grandes cataratas y realizarse buenas excursiones a pie.
Lago Sebu: Este lago, hermoso mar interior de la isla de Mindanao, está ubicado en las tierras altas del sur de Tiruray, a una altitud de casi 300 m. La mayor atracción de este remoto enclave es la posibilidad de conocer la cultura y el estilo de vida tradicionales. La tribu local, los t´boli, subsiste en una reclusión casi total y es famosa por la calidad de sus tra
bajos de latón y sus tejidos. El mercado de los sábados es especialmente animado.
Al estar compuesta por unas siete mil islas, Filipinas cuenta con una variada oferta para practicar el submarinismo y el buceo con tubo. Entre las zonas más idóneas figuran Boracay, Alona Beach (Bohol), Puerto Princesa (Palawan) y la isla de Apo. Quienes prefieran navegar en canoa pueden descender los rápidos del río Pagsanjan, 70 km al sureste de Manila, algunos de cuyos rincones pueden resultar familiares, ya que allí Coppola rodó parte de su película Apocalypse Now. Los aficionados a la espeleología pueden explorar el río subterráneo de Palawan, un laberinto de cuevas con una longitud de 8 km.
La cocina filipina ha recibido influencias chinas, malayas y españolas. La merienda designa tanto al tentempié de media mañana como al de media tarde mientras que los pulutan (aperitivos) son servidos con bebidas alcohólicas. Para la cena se estilan los pinchos de carne o marisco a la barbacoa. Entre los platos más habituales, que siempre se sirven acompañados con arroz, figuran la carne y las verduras cocinadas con vinagre y ajo, el mero a la brasa, los guisos de carne y una gran variedad de sopas: de arroz, fideos, ternera, pollo, hígado, hueso de rótula, asaduras o verduras amargas. Los platos se acompañan con rodajas de papaya verde, pescado fermentado o pasta de gambas y trozos de crujiente corteza de cerdo. El halo-halo es un postre a base de hielo picado con caramelo y fruta, todo ello cubierto de leche en polvo.
El archipiélago posee una topografía volcánica con una actividad sísmica frecuente. Cuenta con 37 volcanes y la cumbre más elevada es el monte Apo (2.954 m), en Mindanao. La mitad de la superficie del país está ocupada por tierras de cultivo y un tercio de la misma conserva sus bosques, a pesar de la tala de árboles y la explotación agrícola de rozas y quema. Filipinas alberga más de mil especies animales, entre las que destacan el búfalo enano salvaje, el pilandoc malayo, el cocodrilo y la serpiente pitón. También existen más de diez mil tipos de árboles, matorrales y helechos, con la palmera y el bambú entre los más comunes.
A lo largo de la costa oriental de Luzón, en especial en las provincias de Bikol y Quezón, se ofrece la oportunidad de practicar senderismo. Para quienes decidan evitar los vehículos de motor, nada puede compararse con los paseos por las islas de Batan o Lubang, donde las carretas de caballos siguen siendo el principal modo de transporte. Los amantes de la fauna no deben perderse la visita a la isla Calauit, una reserva donde se crían especies animales africanas, como jirafas, cebras y gacelas, desde hace casi veinte años.
Etiquetas: Historia y costumbres